Las infografías nos hacen la vida más fácil. Al profesorado, al alumnado, a los lectores… No son un simple gráfico, sino una ayuda a la comunicación y a la comprensión.
Vivimos en una sociedad visual, de incertidumbre y de cambio constante. Nos adaptamos constantemente a nuevas formas de comunicación, parámetros estéticos, tecnologías… Ayer eran los «morritos» y hoy es el fondo más cool. ¿Qué será mañana?
Estamos rodeados de gran cantidad de datos, algunos de ellos muy complejos. ¿Qué mejor que una infografía para plasmar esta información? Este recurso gráfico es el más cómodo para simplificar y visualizar rápidamente grandes cantidades de información. De esta manera, las asimilamos mejor y son más fáciles de recordar. En los campos de la formación y de editorial se usan desde hace años y cada vez son más útiles. En Ideaspropias Editorial somos expertas en ambos campos, y la infografía es, sin duda, nuestro recurso gráfico favorito.
Una infografía no es más que un gráfico informativo que simplifica una gran cantidad de datos. En ella, contenido y diseño tienen que ir de la mano y nunca debe estar uno supeditado al otro.
Para conseguir que nuestro lector reciba y comprenda una serie de conceptos complicados, una solución didáctica que empleamos en nuestros materiales es la infografía. Un diseño simple, una tipografía adecuada, la elección de los colores, los gráficos y las imágenes son aspectos que analizamos antes de crear nuestras infografías, que destacan por su carácter visual y altamente explicativo.
¿Es muy complicado diseñar una infografía? ¡Mantén la calma! Sigue estos pasos y aportarás un valor pedagógico a tus lectores que marcará la diferencia.
- Planifica y valora la información. La elección del texto es imprescindible. No todos los contenidos se pueden plasmar en este tipo de recurso gráfico. Valora si ese contenido es lo suficientemente complejo para utilizar una infografía.
- No te extiendas demasiado. Una infografía debe simplificar la información, así que no crees un batiburrillo de elementos gráficos y textuales, pues en lugar de ayudar al lector, provocarás el efecto totalmente contrario.
- Mantén una coherencia estética. Ten presente siempre tu línea gráfica: paleta de colores, estilo gráfico, tipografía, etc.
- Adapta tu infografía al tipo de contenido que quieres plasmar. Puede ser, por ejemplo, una serie de puntos (o tips), la disección del elemento que quieres explicar, la estructuración de varios diagramas relacionados, etc. ¿Cuál se adaptaría mejor en cada ocasión? Las primeras veces puedes probar con diferentes soluciones, como todo en diseño, la práctica es tu mejor aliado para economizar el tiempo.
- Utiliza herramientas para optimizar el tiempo. Si no eres muy diestro con los programas de diseño, las aplicaciones online serán tu compañero de trabajo. Canva, Infogram, o Genially son tres ejemplos que puedes emplear para comenzar a diseñar tus primeras infografías.

Hay auténticos genios creativos infógrafos: Jaime Serra, Fernando Baptista o Javier Sicilia son tres ejemplos de ello.
¡Larga vida a las infografías!