Nuestra vida cotidiana está saturada de imágenes y parece que cada vez vamos a más. Las redes sociales nos absorben como zombis y, sin lugar a dudas, están influyendo en cómo nos comunicamos, consumimos y nos relacionamos. No os estamos contando ninguna novedad.
Desde nuestra perspectiva editorial, también está influyendo en el tiempo que dedicamos a la lectura. Cada vez somos más selectivos. Además, en una realidad tan visual como en la que estamos inmersos, ¿alguien puede decir, hoy en día, que no juzga un libro por su cubierta? No deberíamos, pero ¿a quién pretendemos engañar?
Por ello, cada vez más el sector editorial está invirtiendo tiempo y esfuerzo en el diseño de sus cubiertas y en la publicación de ediciones muy cuidadas.
Nosotros mismos, hemos dado ese paso actualizando el diseño de nuestras cubiertas para que tuvieran una imagen actual, limpia e unificada, asumiendo un pequeño riesgo en un mundo conservador y estático como el de la formación.
¡Sube el volumen al máximo!
Para nosotros, el diseño de cubiertas debería ser el rock-and-roll del mundo editorial o, por lo menos, así suena en nuestra cabeza:
- Apostando por un concepto claro, rompedor, auténtico y con un toque atrevido donde, al mismo tiempo, exista un componente claramente comercial.
- Aprovechando lo superfluo y banal de las redes sociales para revertir la situación, utilizar el medio que nos está robando horas de lectura para fomentarla. Volver a captar a los lectores a través del diseño y de la belleza de una cubierta cuidada hecha con pasión.
Con esto no queremos poner en duda de que lo más importante siempre será el contenido, pero ¿no deberíamos apoyarnos en el diseño para conseguir llegar a más lectores? ¿No deberíamos considerarlo como un aliado imprescindible y no como una simple fase del proceso de creación de un libro?
Por todo esto, nuestro único deseo es que el diseño se ponga de nuestra parte para siempre, nos aleje poco a poco de las pantallas y nos devuelva un hábito tan bonito y necesario como es la lectura.